¿Qué hace que el distrito del Schlachthofviertel de Múnich sea tan especial? Este barrio, además de contar con una animada y alternativa escena cultural, sigue albergando un matadero con una infraestructura bien activa de proveedores y mayoristas. ¡Imposible encajar mejor en el concepto de vida urbana!
El distrito del Schlachthofviertel también es conocido como «el estómago de la ciudad». Ahora bien, si es de los que no les hace mucha gracia este tipo de salidas y preferiría caminar por el corazón de una ciudad, debería tener en cuenta la otra cara de la moneda: bienvenido al barrio más animado, salvaje y al mismo tiempo más honesto que existe en Múnich. No solo por la pared graffitera legal más larga situada en el centro de Múnich o por el área cultural Bahnwärter Thiel, que le da un toque muy metropolitano.
Actualmente se está produciendo un fenómeno en el Schlachthofviertel que se puede observar en todo el mundo: puesto que el traslado a otras zonas de grandes comercios como mataderos, instalaciones portuarias o mercados mayoristas está liberando amplios espacios, son precisamente estos barrios los que están cambiando a gran velocidad. Especialmente en épocas donde la transformación y el uso temporal de instalaciones no solo atrae a una gran cantidad de creativas y jóvenes personas, sino también huéspedes aventureros, que a su vez se mueven y cambian de barrio.
El Schlachthofviertel de Múnich, que geográficamente es un subdistrito de Isarvorstadt y en realidad también se extiende un poco hacia Sendling, está atravesando actualmente una fase de transición parecida. El matadero en sí, en funcionamiento desde 1878, todavía sigue funcionando con total normalidad. Sin embargo, hay grandes partes de la producción de carne y del comercio de animales que han sido trasladadas a otros lugares.
Después de ser privatizados a principios de la década de los 2000, las instalaciones comerciales se llaman ahora «Markthallen München». Estos complejos se conforman por lo que queda del matadero y por un negocio mayorista bastante selecto de carne, verduras, pescado, charcutería y flores, que abastece a muchos establecimientos de restauración de la ciudad. Aunque a los amantes de la cocina que vienen a llenar sus cestas para el fin de semana también les gusta pasear por este paraíso de productos frescos, que no tiene nada que envidiar al Viktualienmarkt en su exquisita oferta de especialidades. Puede pararse a comer unos deliciosos platos después o durante las compras en los concurridos locales de comida gourmet como en el italiano Monti Mónaco y el restaurante de pescado Papazof.
El matadero en sí, en funcionamiento desde 1878, todavía sigue activo con total normalidad. Sin embargo, hay grandes partes de la producción de carne y del comercio de animales que han sido trasladadas a otros lugares.
Gastronomía en general: una de las mejores salchichas blancas ya puede comerse a partir de las siete de la mañana en el mesón de los hermanos Wallner, que oficialmente se llama Gaststätte am Großmarkt y que en realidad se encuentra en Untersendling, aunque de alguna manera parece que marca el límite exterior del distrito del Schlachthofviertel. En la Vesperia en la Schmellerstraße hay tablas de surtidos Vesper especiales y cómodos lugares en los que sentarse con una cerveza, como en el magnífico restaurante Goldmarie, un local llevado íntegramente por mujeres, con mucho corazón y la mejor cocina.
En la cervecería Frisches Bier hay, lógicamente, un montón de cervezas diferentes. Al igual que en Bierkiste o en HopDog o en alguno de los numerosos establecimientos de cerveza artesana (también típica de la zona). Por otro lado, puede encontrar alcohol más fuerte hasta la madrugada en el Gruam, Punkrock y Kicker en la zona de la Südstadt y un auténtico sentimiento alternativo de gran urbe en los pubs y la zona de eventos del Bahnwärter Thiel y el Alte Utting. Este pub, cuyo nombre podría utilizar un alemán para referirse a la típica abuelita con permanente, es un antiguo barco de recreo del lago Ammersee que fue izado con mucho esfuerzo sobre un puente ferroviario y que ahora ofrece un lugar desde las alturas para sentarse, beber, celebrar y comer, algo que sin duda se disfruta más en los días de verano.
Desde allí arriba también se tienen unas vistas despejadas en dirección al teatro Volkstheater, el edificio nuevo más espectacular del distrito. El muro exterior del teatro con su fachada de ladrillo recuerda a las antiguas explotaciones ganaderas que hasta hace unas décadas estaban ubicadas justo aquí. El enorme torreón blanco que sobresale del centro del edificio se parece un poco a una caja de altavoz gigante que encaja bastante bien en el área.
Al fin y al cabo, a los lugareños les encantaba la sensación metropolitana áspera y provisional que sin duda tenía este lugar en los salvajes años pasados del uso temporal y que era tan maravilloso y bueno pero que ahora se ha vuelto poco muniqués. Al menos los propietarios del recinto han prometido conservar parte de este concepto de vida urbana incluso después de que el teatro comience a funcionar. Así que, resulta bastante apropiado cuando Christian Stückl, el director de la representación de la Pasión de Oberammergau, conocido mucho más allá de los límites de la ciudad, dice que no quiere que la gente vaya engalanada para ir a sus funciones.
Queda por ver si los nuevos residentes, cada vez más jóvenes y chic, del floreciente distrito de Schlachthofviertel harán caso a las palabras del director. El desarrollo demográfico del barrio puede apreciarse bien en una de sus carnicerías más populares ubicada en la Thalkirchner Straße y cuyo nombre, Magnus Bauch (la gran barriga), es todo un acierto. Además, tiene incluso una cuenta de Instagram para su tienda. Las especialidades de salchicha que se venden aquí tienen un sabor tan auténtico que los fines de semana se forma una cola que llega a estirarse unos buenos metros sobre la acera. El amor, no solo por los embutidos, sino también por una ciudad y sus barrios, crece en el corazón, pero al final también llega al estómago.
